1.- DESEO AMARILLO: Qué los mazatlecos nos enseñemos a manejar con mayor cuidado, menos temeridad, arrojo y violencia. Es tiempo de comenzar a respetar tanto la línea amarilla de las aceras como la luz amarilla de los semáforos…
¿Cuantos estrangulamientos del tránsito son producto de algún vivito que se estacionó en una esquina y luego es secundado por una señora que sólo fue a comprar unas tortillas y después un repartidor de gas? Además, la valentía de los que aceleran ante el parpadeo de la luz preventiva es cosa de miedo y conforma con lo anterior una ecuación digna de respeto.
2.- DESEO ARQUITECTÓNICO: Que se vaya viendo la manera de hacer un edificio para el ayuntamiento por el rumbo del Jabalíes o más allá, que es donde actualmente bulle el centro geográfico y poblacional de la ciudad que merece más atención. Imaginemos una construcción moderna, funcional y hasta con amplio estacionamiento...
El edificio actual podría volverse Casa de la Cultura o museo histórico. Los alrededores, un área turística, semi peatonal y de comercio. También puede albergar las escuelas del Centro Municipal de las Artes y dejaría al Teatro Ángela Peralta concentrado en su destino original. Conste que lo dijimos primero. Sigamos el ejemplo de Culiacán, que en los setentas sacó al gobernador y a los diputados del centro, destinándolos a un área más apropiada para sus funciones.
(El pintor y arquitecto culichi José María Miranda, me aclara que este fue un proyecto realizado por Gobernador Alfonso G. Calderón, aunque la propuesta original fue de Alfredo Valdez Montoya, Gobernador anterior.)
3.- DESEO CIVICO: Que en el terreno federal, vecino a lo que fuera el Hospital Civil en Paseo Claussen, se haga una explanada cultural o espacio escultórico, antes de que alguien se le ocurra levantar un cajón de oficinas o enviar ahí los juzgados de Olas Altas. Ojalá alguien con visión y capacidad de gestión articule este proyecto´y lo lleve adelante con el apoyo de todos. Bien podríamos hacer una Plaza de la Nao de China, con alegorías navales a la bonanza legendaria de nuestro puerto. (Esta propuesta era idea original del mazatleco Jesus Rojo, quien la compartió conmigo y me sugería una concha acústica, aunque la vecindad del mar vuelve impráctica esta primera opción.)