domingo, 23 de noviembre de 2008

Goran Petrovic en Mazatlán




Por fortuna esta semana tendremos presencia en Mazatlán de un escritor de internacional nombradía. El narrador serbio Goran Petrovic –nacido yugoeslavo-, cuyas novelas “La mano de la buena fortuna” y “Atlas descrito por el cielo” han despertado sorpresa en la crítica y perplejidad en no pocos lectores.


Hay escritores que nos deslumbran. Otros nos conmueven. No me atrevo a encasillar a Petrovic para no caer en la desmesura o la imprudencia. Lo considero un escritor que me hace reflexionar, evocar y revocar. Y claro, todos estos procesos, unidos con el juego literario, dan como resultado la perplejidad.


Para Petrovic el arte de las letras es una caja negra enviada en el tiempo ''Veo la literatura como una especie de carta que nosotros como lectores recibimos del pasado” - dice en una entrevista – y considera que este arte preserva esos destinos íntimos, porque “la civilización no está compuesta por los años de los acontecimientos históricos, sino de contar todas esas miles de historias individuales”.


Su libro Diferencias – el cual será presentado el próximo miércoles en el Museo de Arte por la Mtra. Elizabeth Moreno y un servidor-, analiza estos temas en apariencia mundanos. El cuento que inicia dicho quinteto narrativo se titula “Encuentra y marca con un círculo” y es narrado a partir de las descripciones de varias fotografías inexistentes, las cuales nos insinúan la historia de una vida.


La primera de ellas representa un género de retrato ya perdido: el niño de seis meses, desnudo y bocabajo, sobre un paño lustroso, el cual acaba de arañar. Creo que después de esa hazaña gloriosa, jamás he vuelto a lucir tan orgulloso, nos confiesa el narrador-bebé.


Otra “foto” que me encanta es la del mismo niño de tres años que, en los brazos de Santa Claus, descubre que dicho personaje en la vida civil en realidad es el señor Raciv, un amigo de su padre con el que participó en obras de teatro juveniles, “lo atestiguan carteles doblados en cuatro en el fondo de una cajón”. Así se le revela a ese pequeño niño que todo eso es un gran fraude… Más adelante, en una conversación posterior con el padre, el señor Raciv confiesa – en voz inusualmente baja - que para ganarse la vida, a veces uno se ve forzado a convertirse en otra persona en esa misma vida.


El relato “Bajo el techo que se está descarapelando”, más bien novela corta, nos narra no sólo la historia de un cine, si no las vidas de los asistentes y de paso, toda la historia íntima del arte cinematográfico. Petrovic inicia con las descripciones de las butacas, los nombres y vidas de los asistentes, los cuales siempre se sentaban en el mismo sitio, a la manera de algunas personas a la hora de ir a su iglesia.


Un cine que servía también para asambleas del partido. Por ahí esta un tipo cuya vida quedó desgraciada en el momento que se distrajo y levantó la mano durante una votación cumbre en el momento equivocado. Eso sí, no dejó de sentarse en el mismo sitio.


Goran Petrovic viene a Mazatlán invitado por la UAS y con el apoyo del Instituto Sinaloense de la Cultura. Hay otra ventaja adicional: Petrovic está traducido al español de México; ya chole con esos libros que parecen traducidos para una generación madrileños setenteros. Con Petrovic los lectores no tendremos que hacer los mutis que suceden cuando nos topamos, en ciertos libros españoles, con fraseos y términos que nos remiten a una jota aragonesa o el lenguaje de Joselito, Marisol o Pedro de Almodóvar.

Su traductora, Dubravka Susjnevic, es una simpática amiga de Mazatlán que hace unos años dio un curso de traducción en el Centro de Idiomas de la UAS. A ella y a la editorial Sexto Piso debemos el poder leer, en nuestra lengua materna y coloquial, la obra de un narrador que no sólo busca compartir el talento artístico, si no también los secretos confesionales que mueven las secretas ruedas de la vida y la fortuna.
Y también, esas pequeñas diferencias que la dan fulgor a la más auténtica literatura. El instante mágico, la revelación, el recuerdo y la mirada.

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