domingo, 24 de agosto de 2008

El chino subterráneo



ANTIPODIA (SOLO PARA MAZATLECOS)

Por supuesto que no vamos a hablar de las Olimpiadas ni de las peculiares tradiciones del Imperio Celeste. Esos temas han sido bastante discutidos y desmenuzados hasta la saciedad por todos los medios recientes.

Me refiero al chino subterráneo que tenemos en Mazatlán, aquel que lleva una vida paralela a la nuestra: aquel que se acuesta a dormir cuando los primeros corredores y los últimos parranderos pululan por nuestro malecón en pos del amanecer.
De niño siempre me intrigó esa creencia de la vida de los antípodas, quienes, etimológicamente, tienen los pies al lado contrario de nosotros. ¿Cómo serían aquellos seres que comen y duermen al extremo contrario de la esfera terrestre, me preguntaba dándole vueltas a un globo terráqueo?

Mazatlán tiene dos áreas de contacto ubicadas en dos diferentes cuadrantes: una es el punto geográfico opuesto y la otra es la antípoda. Dicho punto está precisamente en China: la ciudad de Tienpao, ubicada sobre el Paralelo 23 11’ 55” N y 11,046 km. al este del Meridiano 106 25’20” E, correspondiente inverso a las coordenadas de Mazatlán y a través de la distancia más corta, sin pasar por el centro de la tierra.
Los chinos de Tienpao, nuestro punto opuesto meridional, tienen exactamente la hora contraria a nosotros porque viven con doce husos horarios de diferencia. Las 12 del mediodía en Mazatlán allá son las 12 de la noche, circunstancia que también comparten con Hanoi, capital del antiguo Vietnam del Norte.
El otro espacio pitagórico con que contamos es la dichosa antípoda, el punto donde el ambiente y su entorno están de cabeza. Ahí las noticias son malas.
En las coordenadas 23 11’55” S y 106 25’20” E nos aguarda un espacio de mar abierto en el océano Índico, frente a las costas occidentales de Australia, (más o menos por donde estaría la isla de la serie televisiva “Lost”).
Debo estas precisiones cartográficas a la buena voluntad de mi amigo Antonio Aguirre, quien las realizó aplicando los conocimientos adquiridos en la Preparatoria Pro Cultura Regional, en aquellos tiempos que Mazatlán tenía pocos maestros y oficiales de la Náutica y el Ejército impartían clases en sus aulas. Cualquier posible error o mal interpretación, por supuesto, corresponden ya al firmante de esta columna.
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Por cierto, por ahí anda un argentino que sostiene que estamos mal: el norte está en el sur y a la tierra la vemos de cabeza. Buenos Aires, Australia y Sudáfrica serían los sitios boreales. Como en el espacio exterior no existen ni él arriba y el abajo, su argumento posee cierta lógica.
Sin embargo, por algo las masas continentales en su mayoría se han agrupado en el hemisferio norte, además de la existencia del polo magnético. Esa es la explicación que me dieron a la pregunta de porque la gente más influyente, en la historia de la humanidad, ha nacido en esta parte del mundo. El sur cuenta con más océanos que tierra firme.
No desconfiemos de los científicos argentinos. Ellos fueron los culpables de que Plutón fuera defenestrado como planeta en el famoso congreso internacional de hace dos años. Y vencieron a los gringos, quienes defendieron a Plutón con todo, ya que ese fue el único planeta descubierto por ellos. Si desaparecieron un mundo lejano, no sería raro que luego le dieran la vuelta al nuestro.
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A esto añado otro detalle más complicado. El Maestro Héctor Araiza Quintero, una de las personas más sabias que hemos tenido en la región, nos comentaba en vida que los antípodas reales de Mazatlán estaban en Porto Alegre, Brasil, ya que la tierra luce achatada en los polos debido a la erosión del movimiento gravitacional, como si fuese una mandarina pisoteada por un distraído gigante estelar.
Esta visión fue la que tuvieron los astronautas al ir a la luna, ya que ellos pudieron apreciarla en una perspectiva lejana, notando que el mundo no luce tan perfecto como lo vemos en el cine de ciencia ficción.
Siguiendo esa directriz, al Mtro. Araiza -a quien le decíamos "El Chino"- le divertía que los antípodas de su natal Altar, Sonora, fuesen los pobladores de la desértica provincia de Salta, allá en Sudamérica, mientras que a nosotros nos tocaba un puerto carnavalero.
Parece ser que estos cálculos los obtuvo el profesor con unos científicos de la ex Unión Soviética con quienes mantenía contacto en épocas anteriores al correo electrónico, aunque eso me recuerda a la teoría de los nazis de que la tierra era redonda y nosotros estábamos por dentro con todo y el sol... Mi amigo Luis Lavín, matemático de altos vuelos- me dijo el viernes que el achatamiento de la tierra no pasa de una diferencia del 1 %.

Algunas ciudades de España se han dedicado a buscar sus antípodas y han realizados labores de intercambio cultural y hasta económico, pero ojalá eso lo hagan las nuevas generaciones, cuando Mazatlán tenga una vida más próspera y al fin nuestro país pueda hacer negocios reales con los famosos tigres del Pacífico, naciones que hace apenas cuarenta años vivían en la ruina y hoy nos dan el ejemplo... (La foto de arriba es de Tienpao, no la agarré al azar)

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