domingo, 27 de diciembre de 2009

Lo que se va...






Entre las cosas cotidianas, aparentemente intrascendentes que perdimos en este año que se va, quiero rescatar a la Familia Burrón y el refresco Wink. La celebre historieta de Gabriel Vargas ya no circula a nivel nacional desde septiembre y la susodicha bebida de toronja ha dejado de consumirse en Mazatlán.

Quizás tenga un poco más de tiempo de ido el refresco, pero fue en este año que caí en cuenta. No lo vendían por mi casa y me tocaba disfrutarlo en una casa a la que iba de visita.

Cada año nos quita algún detalle al que a veces no le damos importancia, pero con el tiempo se vuelven una suma de pequeñas revelaciones de un entorno cotidiano antes inamovible.

¿Alguien sabe cual fue el último año en que se bebió el refresco Mission o dejó de funcionar en nuestro puerto la agencia de automóviles Studebaker?

En diciembre de 1999, dentro de mis festividades personales del nuevo milenio, me compré una camioneta que tuve que guardar en una vieja pensión del centro. Al ir a echarla a andar, mi padre me contó que en esos patios había estado la agencia Studebaker, señalándome un letrero de lámina, casi completamente borrado, donde se adivinaban las letras desleídas, (básicamente un “S” gigante).

El sitio había sido gasolinera, autobaño y tienda automotriz. Por si fuera poco, él y mi abuelo, en calidad de contratistas, instalaron en su tiempo los pisos de mosaico. Con sumo orgullo, mi padre me mostró una línea de zoclo sobreviviente aún de la catástrofe, ya que el edificio no tenía techo y revelaba demasiados años en el abandono.

De no ser por esa escala mecánica, hoy todos esos detalles serían desapercibidos para mí. Una tienda próspera en el centro de Mazatlán, hoy perdida, reminiscencia del Boom automovilístico.

Hace días dejé ahí un vehículo y descubrí que la última evidencia, ese letrero redondo, ya fue desprendida, aunque durante este verano recuerdo que se lo mostré a alguien. El orden del cosmos ha perdido una insignificante seña de identidad; llegará un día que no prevalecerá ningún letrero de esa marca sobre el planeta.

El Studebaker fue en su momento un automóvil muy moderno, uno de los primeros con forma simétrica y sin guardafangos curvos. Hugh Hefner, el fundador de la Revista Playboy, cuando descubrió que el tercer número se había vendido a mares, lo celebró comprándose uno, ya que ese era el único vehículo “que se veía igual cuando iba para atrás o para adelante”.

¿Habrá sido ese letrero el último del orbe? ¿Alguna gasolinera de Wyoming o quizás una pizzería de Nueva York mantendrán alguno olvidado en un rincón? La compañía desapareció a principios de los 60s, derrotada por Ford, Chrysler y GM. Era la que ofrecía más ahorro en combustible, pero en aquella época eso no era lo importante.

Las reflexiones de fin de año, por simple naturaleza, generalmente las dirigimos a los seres humanos. Los objetos inmóviles ocupan un necesario según plan, aunque en el esquema del orden del caos, a veces son más decisivos que las decisiones razonadas de los seres conscientes.

Una revista, una bebida, un anuncio oxidado o la marca de un vehículo son presencias dispersas del universo cotidiano. Pueden parecer mínimas, frívolas o insignificantes, pero de ellas está hecha la sustancia de la vida.

¿Qué otros pequeños detalles perderemos del ambiente doméstico sin darnos cuenta en este 2010 que se avecina? Ojalá sea algo práctico, como esa gente que nos llama a las 7 de la mañana para vendernos una tarjeta de crédito.

2 comentarios:

  1. Hacen falta buenas reseñas de lo que haz escrito, hay como que retazos aquí y allá, pero nada bueno. Lo digo porque voy a recomendar un libro tuyo del cual salió la película, y de eso quiero hablar, pero creo que voy a decir más de las conferencias del AXN y de las presentaciones que he visto tuyas en vivo que de la información que pueda sacar de Internet. Espero y que por desesperado no me haya saltato alguna cosa buena. Saludos.

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  2. Muy buen estilo, como siempre , me sigue gustando, aunque mi genero de libros y gustos personales han tomado otro rumbo , creo que estas justos en medio de las lecturas que se acomdan entre los generos narrativos, que emiten un tinte de razon y melancolia. En lo personal, y como diseñadora de espacios, al igual que un vestido o un edificio, los "retazos" son los que nos abren el interes de seguirte leyendo.
    un saludo de parte de.....
    Lo sabes Tu.....Lo se Yo

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