Me entero que la SepyC está por desaparecer la materia de la filosofía de las preparatorias.
Esto me preocupa. Pertenezco a una generación que llevó esa materia y que no nos volvimos ateos ni comunistas o teósofos.
¿Para que sirve la filosofía? La utilidad práctica más inmediata es que enseña a los jóvenes a pensar y analizar; a discernir la diferencia entre el bien y el mal y buscar que es lo genuino, más allá de aquello que nos presenta de manera absoluta la familia, la sociedad, la televisión y los políticos.
Dos semestres de filosofía en la prepa no vuelven filósofo o sabio a un alumno… del mismo modo, no se vuelven químicos o matemáticos quienes realizan lo equivalente con sus asignaturas.
Yo estuve en una preparatoria combativa y combatiente, donde la mayoría de mis compañeros vivían la feroz realidad inmediata. Buena parte ya desempeñaban un oficio y una función relevante en su vida familiar, mientras que otro sector portaba navaja 007, fumaba en clase y hasta se desaparecían por temporadas.
La muestra era pintoresca. Había peones albañiles muy dedicados al estudio, aprendices de secretarias, clase media inmóvil, chicas Flans alivianadas y habilidosos delincuentes.
Sin embargo, a todos les gustaba la materia de filosofía, ya que se prestaba a un diálogo imposible en otras clases. Y el mérito no era sólo de un maestro en particular: me tocaron tres profesores de carácter y formaciones muy distintas.
Cómo parte importante de mi grupo cursaba el grado por segunda vez, incluso se armó la polémica con aquellos deseaban que esa materia nos las impartiera el profe que habían tenido el año anterior, el inolvidable Antonio Ibarra, quien era bastante serio en su cátedra. (Otra de las grandes ventajas de las prepas de la UAS es que a cada rato podíamos pedir que nos cambiaran de maestro)
No era raro que en ese entorno, el ambiente existencialista flotase de cierta manera. Habló de mediados de los 80s, cuando los maestros le ponían a los grupos problemáticos el video de la película “El muro”, basada en la novela de Jean Paul Sartre, o el de Pink Floyd… Reagan estaba por invadir Nicaragua. Raúl Velasco era guía espiritual de medio México y la democracia una utopía.
Mi amigo César López Cuadras tiene un cuento muy curioso en el que narra como en la prepa de Guamúchil ocurre un conflicto cuando esa materia queda vacante y todos los maestros que asumen la titularidad empiezan a comportarse de manera extraña, luego de pasarse varias semanas analizando el plan de estudios y las lecturas recomendadas, por lo que la gente del pueblo pide que mejor quiten esa materia, ya que todos los profesores se vuelven serios, comienzan a hablar solos o se separan de la mujer y los hijos.
¿Estarán pensando así nuestros estrategas de la educación? ¿No quieren más ciudadanos capaces de tener herramientas analíticas para discernir entre el bien y el mal; el beneficio, la ética o la ley del menor esfuerzo?
Yo entré a la prepa en el 84 y se decía entonces que lo mejor era las carreras técnicas. Me encantaba que estudiáramos filosofía: era algo que no tenían mis compañeros de secundaria que se fueron en masa al CBTis – donde acaban de desaparecer una biblioteca - y a las “escuelas burguesas del Gobierno de Toledo Corro”. Aparte, sólo el ICO y la Vasconcelos impartían esta materia.
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No necesariamente, la filosofía es un caballo de Troya para la enseñanza del marxismo. En muchas instituciones religiosas, el estudio de la escolástica cumplió esa función de muchas maneras. Viendo la historia de la izquierda en América Latina, es sorprendente la cantidad de cuadros de Chile, Argentina o Brasil que se formaron en Universidades Jesuitas; a veces de manera involuntaria y no necesariamente como una protesta ante el orden eclesiástico. Y con todo y sus tropiezos, las llamadas democracia cristiana ha tenido allá un papel fundamental en los cambios de América Latina.
Tener la materia de filosofía en la preparatoria es poder escuchar la sabiduría desde la propia boca de Prometeo. Y sólo así puede encenderse el fuego verdadero.
La verdad la filosofia nunca me ha gustado, que bueno que la quiten
ResponderEliminarHay muchas otras materias que deberian de quitar del nivel preparatoria, pues desde la preparatoria ya deberian de especializar a los alumnos segun el ramo que les guste o lo que planean estudiar como profesion
Supongo que la información te llego por parte del suplemento de laberinto.
ResponderEliminarEl gobierno no se enfado con quitar el Civismo, luego transformarla en Formación cívica y ética, para posteriormente cultura de la legalidad. Cada vez se hace pensar menos a los alumnos y se han dejado de cuestionar el por qué de las cosas.
El primer comentario me recuerda una reflexión de Chucho Silva-Herzog, tomándole la palabra a Edgar Morin: la híper-especialización produce híper-imbéciles. Pero eso, es otra discusión.
ResponderEliminarEs muy arrogante pensar que una materia pueda hacer pensar: es como especificar que sólo una entre muchas lo hace y, digamos, matemáticas no, o que cívica y ética lo hagan menos ética (sic). Cada materia es importante. Eso todos o casi todos lo afirman. Lo malo que nadie o casi nadie esta dispuesto a ceder su tajo de importancia: no se piensa en una educación global (no globalista sino holística), la agenda de contenidos se determina por una voluntad gregaria. Las personas necesitan ser más sensibles, más críticas, más preocupadas por el medio ambiente, más participativa, más inclinada a la literatura y más al infinito. Cada necesidad urgente es un presupuesto, una especialidad, un interés concreto: ecologistas piden que se impartan materias del medio ambiente, los economistas materias de cuidado del dinero. Cada problema se quiere resolver con respuestas cursadas en bachiller (o en primaria, o en secundaria…). Pero no hay suficiente juventud para estudiar lo necesario; entonces hay que decidir, formar criterios sobre que impartir. Pero casi todos creen necesario impartir su parcela de verdad:
-¿¡Cómo que quieren quitar hermenéutica deconstructiva!? ¡México necesita deconstruirse!-.
Mejor hay que ver con que criterios quitaron filosofía antes que hacer apologías. Según el acuerdo 442 sobre la reforma del bachiller –por llamarle de alguna manera-, los contenidos (materias) se dividen según su importancia en tres: Claves, cuya importancia es para toda la vida; transversales, relevantes para la academia; transferibles, refuerzan ciertas áreas disciplinares. La filosofía entra en la segunda categoría, por lo que ya no es obligatoria sino optativa. La importancia de la materia es según la suma de sus “competencias”. Éstas últimas se forman de características genéricas y disciplinares. En el acuerdo 444 del mismo documento, se definen las competencias genéricas, y en el primer apartado, pareciera que se describen las virtudes de la filosofía:
1. Se conoce y valora a sí mismo y aborda problemas y retos teniendo en cuenta los objetivos que persigue.
Atributos:
§ Enfrenta las dificultades que se le presentan y es consciente de sus valores, fortalezas y debilidades.
§ Identifica sus emociones, las maneja de manera constructiva y reconoce la necesidad de solicitar apoyo ante una situación que lo rebase.
§ Elige alternativas y cursos de acción con base en criterios sustentados y en el marco de un proyecto de vida.
§ Analiza críticamente los factores que influyen en su toma de decisiones.
§ Asume las consecuencias de sus comportamientos y decisiones.
(Fin de la cita)
Diríamos que las materias de ética o filosofía se impartían para llenar estos requerimientos. Ahora ya no están pero hay otras más recientes: sociología, política, economía y administración (y en la misma rama va historia). Se sustituyó la rama de materias filosóficas por la rama de las ciencias sociales. Hay que decir que no es un criterio omnipresente –“Neoliberal” sería el lugar común-: en Europa se imparte obligatoriamente antes de estudiar cualquier carrera. La diferencia es que México no tiene una tradición filosófica; incluso la defensa gremial de la filosofía enumera cualidades de la filosofía que las ciencias sociales pueden igualar. No hay mucho que defender. Sólo nombres y frases y relicarios que todo el mundo conoce: Vasconcelos, el grupo hiperión, José Gaos –que es español refugiado pero para el caso da lo mismo-. Bueno, se murió la filosofía de las escuelas, ¿No estaba muerta ya de la discusión pública?
Extrañaba tus comentarios, aver cuando comentas en el acantilado.
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