La Isla de la Cité, en el centro geográfico
de Paris.
Ha concluido la Semana Santa y hoy dejaremos los temas místicos para dejar el paso de las vacaciones. Dejen contar las mías, que tuve oportunidad de adelantarlas. Ya alguien me dijo que de mi viaje hablé de puros panteones.
Paris es una isla cultural y geográfica. El río Sena da un recodo en el centro mismo de la Ciudad Luz y por eso, parte de la región central es conocida como la Isla de Francia: Île-de-France en su idioma original, nombre que, si usted es mayor de 50 años, quizás escuchó aplicado a un famoso trasatlántico de lujo.
En medio del Sena – y en el centro mismo de la ciudad – hay dos pequeñas islas que son el sitio donde se fundó París. La isla de San Luis y la de la Cité. Aquí está Nuestra Señora de Paris, la de Víctor Hugo, a quien Disney negó el crédito en su versión fílmica; el Puente de los Artistas que menciona Julio Cortázar al inicio de “Rayuela”; además de la librería “Shakespeare & Company” donde Hemingway y James Joyce solían ir de visita.
También en una isla se encuentra la Prefectura de Paris que en aquel momento era remozada. En Europa, desde hace más de diez años, cuando reparan un edificio histórico una tela inmensa impide ver los andamios y se imprime la fachada original para no dar mala imagen al turista.
Pero, aprovechando las maravillas de la tecnología moderna, dicha fachada incluye fotos gigantes de policías haciendo el bien. Una dama ejecutiva con un expediente rosa –debe ser la sentencia de algún criminal -; o un agente vestido como el Sargento Toto y demás variantes del género, donde no faltan policías buzos, en bicicleta y hasta en patines. Los franceses que conocí dicen que dicha exaltación al orden es debida al espíritu fascista de Sarkozy.
Lo bello de Paris es la seguridad natural. A veces uno va por el Metro en vagones semivacíos de noche y mujeres muy bellas se suben despreocupadas, oyendo su Ipod o leyendo, sin pelar a los tipos mal encachados del andén… Varias veces caminé muy tarde y me topaba con mujeres solas de regreso a sus casas, adultos mayores en largas avenidas con vientos gélidos, ululando entre árboles sin hojas debido al reciente invierno.
Hasta en las comunicaciones, Paris es una isla. Yo me llevé un teléfono Apple para poder usar Internet inalámbrica, pero para mi sorpresa, allá no es como aquí, donde cualquier bar tiene señal propia. Las compañías mantienen su dominio bien marcado y no hay tantos cibercafés como en México o España. Internet es algo para la casa, la oficina y ya. Ninguna empresa teme que los políticos regalen señal para seguir engañando a su clientela.
La gente posee una poderosa individualidad. Jamás vi a nadie hablar desaforadamente por celular o enviar y recibir mensajitos con sonrisa bovina.
Sólo el primer día tuve acceso a una compañía que ofrecía una hora gratis y ya no pude capturar señal porque era un show con la configuración y todas pedían tarjeta de crédito. Para acabarla, casi ninguna máquina usa el Internet Explorer, sino una versión europea llamada Mozilla-Fox… la computadora del depa que me prestaron no podía acceder sin actualizarse y no me animé a moverle.
Dicen que Napoleón nació en una isla, peleó contra una isla y murió en una isla. Quizás, a partir de él, los franceses a su manera volvieron a Paris una isla. Cuando Víctor Hugo se autodesterró con Napoleón III, se refugió en la isla de Guernesey. Los delincuentes de peligro durante mucho tiempo fueron enviados a la Isla del Diablo, en Guyana. Y hasta el Conde de Montecristo tomó su nombre de una ínsula. Esa visión puede cambiar la visión de la vida y la cultura… No hay francés que no sea una isla en si mismo.
muy interesante. nunca me habia tomado el tiempo de leer su blog, y no tiene desperdicio, fue bueno "acompañarlo" con la imaginacion por aquellos andurriales.
ResponderEliminarsiempre es bueno saber cómo viven los demás en otras naciones, gracias, amigo¡¡
Muchas gracias. Su carta me alivia porque temi que este texto se viera algo pretencioso. Por eso me clave en los detalles de la gente que me llamaron mas la atencion,
ResponderEliminarAgradecido