domingo, 8 de febrero de 2009

Una autora especial





Murió la Sra. Fernanda Villeli, creadora de “El maleficio”, serial que provocaba verdadero terror a los habitantes de un país sin televisión por cable, allá en el tambaleante inicio de los ochentas.


Así como en este espacio hemos dedicado nuestra pluma a reconocer la labor de escritores de escala literaria universal, recordamos también a quienes se entregaron al siempre cambiante y difícil mundo del espectáculo.


Hay algo digno de admirarse y poco conocido de esta dama: Fernanda Villeli era una de las autoras que más apoyos daba a la Sociedad General de Escritores de México, en un tiempo que los escritores estaban exentos de pagar impuestos sobre su trabajo literario, fuese de la calidad que fuese.


Nunca trató de ejercer poder a partir de ello. En los tiempos de Fernanda Villeli y José María Fernández Unsaín, literalmente, los escritores ricos pagaban para ayudar a los pobres.
Con recursos generados a partir de guionistas o autores Best Sellers de la época, la SOGEM compró inmuebles y contó con liquidez para cualquier tipo de apoyos o contingencias.


Un ejemplo es el caso de Armando Jiménez, autor de “Picardía Mexicana”, recopilación de humor underground que tuvo numerosas ediciones. Por cierto, el prólogo era de Octavio Paz, quien reconocía haber deseado siempre realizar un libro como ese, pero que le había faltado valor. Y sí se lo creo.


Jiménez, exitoso arquitecto de profesión, además de compañero de estudios y de diversiones de Mauricio Garcés, en alguna ocasión tuvo una larga y terrible enfermedad que agotó su patrimonio. Siempre había pagado sus cuotas. Ahí la SOGEM entró al quite.


Además de dar buen uso al dinero de la Sogem, surgido de ingresos de autores de cine y teatro, Unsaín – esposo de Jacqueline Andere, padre de Chantal y del hoy famoso “Pirru”- sabía moverse entre los políticos y les daba vuelta y media. Si un escritor tenía un lío injusto con la ley o problemas de salud, él movía sus relaciones y resolvía el problema al estilo de la época, agarrando el teléfono o encarando a los funcionarios involucrados.


Es interesante como antes de Conaculta y el Fonca, muchos de los recursos que beneficiaban a los escritores “serios” provenían del trabajo de autores “frívolos” como Fernanda Villeli o Chespirito.


Las telenovelas son un género no muy bien aceptado por varios de los llamados “escritores serios”. García Márquez decía que siempre deseó hacer un culebrón y alguna vez vi en Canal 11 una que le quedó bastante aburrida. Carlos Olmos (“Cuna de lobos”) y Enrique Serna lograron un buen equilibrio en los dos terrenos.


Ahora que estamos en el Bicentenario de la Independencia y la Revolución, nuestras televisoras deberían abrirse un campito entre el dilema de los spots y hacer una miniserie histórica de calidad. Y digo miniserie, porque las telenovelas de ese tipo ya cumplieron su ciclo.

Para buenas telenovelas no basta un guión preciso. Se requiere malicia y conocer al público.

“Senda de gloria” quedó muy abigarrada. En cambio, nunca tendremos un mejor Benito Juárez que el interpretado por don José Carlos Ruiz en “El Carruaje”. Vicente Leñero cuenta que en un principio, como le negaron el papel, se puso una levita, cambió de peinado y se paseó por todo Televicentro dando discursos hasta que se lo dieron.

Recuerdo que una de mis abuelas dejó de ver “El vuelo del águila” porque le cayó gordo Porfirio Díaz al momento que se casó con la sobrina… Lamentablemente, así es la vida real y ésta, demasiadas veces, puede superar con éxito cualquier melodrama.

1 comentario:

  1. Juan José, fíjate que Televisa está produciendo una serie de documentales, que pasará, algunos por televisión, otros por cine, sobre la independencia y la revolución, por esto del bicentenario.

    Lo sé porque Pedro Kominik, cantante y actor, que hace cabaret político en el Teatro donde trabajo, es el encargado de la producción de vestidos y decoración de ambientes, y esas cosas.

    Yo estudié en la UAS, ahora vivo en el DF, y trabajo en el Vicio, administrado por la Reinas Chulas, antes era el Hábito, de Jesusa Rodríguez, todo un lugar con historia, que seguramente conoces.

    Saludos

    Freddy

    ResponderEliminar